Der Geist der Geilheit

¿Quién no ha querido siempre hacer eso: ver a otras personas teniendo sexo de forma invisible, ponerse cachondo, masturbarse y pasar desapercibido, y luego cuando los actores llegan? En un viejo castillo, el deseo de este viejo hombre se hace realidad para un fantasma. No sólo hace sus travesuras a medianoche, sino que también puede ver a sus compañeros de cuarto follar en secreto. Y ahí es donde se pone realmente salvaje. Coños mojados en una línea de montaje, mujeres calientes que gimen y sementales fornidos. Follando, soplando, las nueve yardas completas. A veces la mente te jode, pero sólo cuando está absolutamente fuera de control. Entonces se pone muy jodido...